domingo, 3 de enero de 2010

Es tan bella la luna llena, que mis ojos no hacen mas que contemplarla
Lástima que esté tan lejos y a la vez tan cerca.
Se siente esa fresca paz que transmite, se siente tan suave, tan fragil,
pero a la vez tan imponente y fuerte.

Es la única que en el cielo puede distinguirse del resto, de la penumbra.
Tan bella, tan perfecta, asi es ella. Mas el halo que,
halagada por su grata compañía no escatima en brindar su protección.

A traves de sus ojos veo la angelical faz d un bebe, y al vez una tierna liebre,
tan suave y esponjosa entre nubes blancas que adornan y la hacen celestial, la adornan, la resaltan, un minuto no es suficiente para apreciarla hace faltan vidas
enteras para no dejarse cautivar por su esplendor.
Su magia ilumina los senderos, nosotros somos los que no queremos ver, y nos
refugiamos en la oscuridad, ocultando nuestros sueños, dejandonos llevar por ese
instante que perdemos cada vez, y que no volverá por que la luz solo estuvo aqui una
vez, la otra luz al instante siguiente es otra, y así, como todo en ese universo es
diferente cada vez.

Mi luna tambien es diferente cada vez, pero aún con sus cambios es mi ideal,
es mi sueño perfecto, como anhelo abrazarla, llenarme de su polvo cosmico, de su
tierra desertica de la que me hubiese gustado ser su hijo.

luna mía te añoro, te adoro, madre mía en tus brazos moriré, bajo tu luz
resplandecientes, viviré a tu lado, en mi estas aunque no te veo siempre,
te extraño los mometos que no me acompañas, te siento parte de mí,
porque tu eres yo y yo soy tu, vengo de tí y a tí voy.