martes, 19 de octubre de 2010

mirando la luna en soledad

La silueta de la pareja se ve a sí misma -tan románticos- como si fuese el primer día,

Tienen las espaldas escarapeladas por el frío de la noche…

Con los cuerpos desnudos, abrigándose con fervor,

Los ojos cerrados mirando con calidez el cuerpo ajeno,

Las extremidades entrelazadas, como formando un solo ser,

Los cabellos se confunden, los labios se saludan, las mejillas se acarician.




Con dolor saben que no hay mañana para ellos, saben con suma avidez que esa noche, hasta que el sol vuelva a salir, sus esperanzas, sus sueños, sus proyectos, sus ordinarias ideas de una pareja lunática se desmoronan como el muro de Berlín al chispear progresivamente los rayos que van aclarando el gris del cielo, esa noche la que revive cada noche de soledad, besa a los amantes cuando contemplan la luna llamándose con fervor, pero saben también que una llamada un abrazo no será suficiente, caminan ahora por rumbos ajenos, rumbos con trayectos irrevocables.

No hay comentarios: